Impulsivos, soñadores apasionados, así somos, “Jóvenes”, Debido a estas características es porque se vuelve tan importante cumplir con una de las obligaciones que tenemos que es “APRENDER”, muchas veces podemos actuar por arrebatos y acertar, pero difícilmente esto se volverá una realidad en nuestra vida, aprender es importante también, para que no nos tomen por bobos e ilusos, muchas veces nos hablarán de “vivir utópicamente” , solo a modo de entregarnos una respuesta tranquilizadora, pero la utopía es eso, solamente utopía, mezcla de incompatibilidades y sueños, que difícilmente se llevaran a la práctica y por ende solo se quedan en nuestra imaginación, es por eso que debemos tener “ideales políticos” estos nos llevan a actuar.
Las utopías nos cierran la mente, los ideales la abren.
Las utopías nos llevan a la inacción o a la desesperación destructiva pues nada de lo que nos rodea cumple con nuestras expectativas, en cambio los ideales estimulan el deseo de intervenir en las diversas situaciones que se presentan, es decir nos mantiene activos dentro de esta sociedad.
Estos ideales políticos, no intentan mejorar la condición humana, si no la sociedad humana, es decir no lo que somos si no las instituciones de la comunidad en que vivimos; que de pronto nos volvamos mejores por vivir en una sociedad mejor, ¡bienvenido sea!, pero si seguimos igual, nunca será inútil que las leyes y formas de gobierno ayuden a paliar nuestros defectos.
La utopía se propone delirantemente lograr un “hombre nuevo”, los ideales políticos prefieren ayudar a que el antiguo sea más responsable y menos bruto, visto de esta forma se podrá pensar que es una actitud bastante conformista, pero el conformista es el que se resigna a lo probable, mientras que el idealista político se esfuerza en lograr lo posible.
Entonces podemos soñar y conformarnos solo con eso, o podemos a esos sueños agregarle metas que puedan cumplirse en el presente; si sumamos algunas acciones a estos ideales, podemos provocar grandes cambios , como inteligentemente dice este capítulo: “ … lo mejor es conocer el pasado, ocuparse mucho del presente y solo un poco del futuro.” , conocer el pasado para no volver a caer en los mismos errores de sociedades anteriores, ocuparse mucho del presente porque recordemos que lo que hoy construimos siendo jóvenes es lo que próximamente se cosechará en nuestro futuro, he aquí la importancia de ocupar todo el potencial y jovialidad de la juventud en acciones que impacten esta sociedad, de esta forma (accionando en el presente), podemos mirar con tranquilidad el futuro y quizás , quien sabe podamos tener una sociedad distinta.
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